El base franquicia de los Atlanta Hawks, Trae Young, que este domingo ganaron a domicilio por 96-103 a los Philadelphia Sixers en el decisivo séptimo partido y dieron la gran sorpresa en las semifinales de la Conferencia Este, alabó la manera como todo el equipo respondió.

«Nos clasificamos a lo grande, como un equipo que demostró siempre carácter en el campo, aún cuando perdimos», declaró Young, que acabó con un doble-doble de 21 puntos, incluido el triple decisivo, y 10 asistencias. «Siempre creíamos en lo que podíamos hacer en cada partido y luchamos hasta el final».

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Precisamente el espíritu de lucha que mantuvo siempre el equipo de Atlanta fue lo que destacó el entrenador interino de los Hawks, Nate McMillan, que llegó al equipo al comienzo de la temporada cuando tenían una marca negativa y nadie apostaba por ellos ni tan siquiera llegar a los playoffs.

«Sentí que estaban hechos para este momento de esta noche para ganar este partido», destacó McMillan. «Ahora debemos pensar en las finales que nos esperan ante los Milwaukee Bucks, otro equipo que llega como favorito».

Atlanta había tenido marca de 0-9 en los séptimos partidos de playoffs que había jugado hasta ahora como visitantes.

Pero los Hawks ignoraron su ignominiosa historia y obtuvieron uno en Filadelfia, donde ya ganaron en el primero y el quinto y eliminaron a las estrellas de los Sixers, el pívot camerunés Joel Embiid y el base australiano Ben Simmons, que cerraron en falso de nuevo con derrota otro capítulo más del cuestionado plan de reconstrucción conocido como el Proceso.