Peter Sagan encontró en la Volta del centenario el escenario perfecto para demostrar que le queda mucha mecha. El del Bora, que llegaba a las carreteras catalanas tras ser cuarto en la Milán-San Remo, fue el más rápido en el esprint de Mataró en una llegada en la que tuvo que abrirse hueco para exprimir su punta de velocidad y hacer bueno el trabajo que durante toda la jornada había realizado su equipo. Porque la etapa, aunque nunca hubo movimientos por la general que sigue comandando Adam Yates (Ineos), sí tuvo mucha tensión en los kilómetros finales, con continuos ataques para intentar evitar un esprint que al final sí decidió al triunfador de la jornada.
Y ese fue Sagan, que a sus 31 años sumó su victoria número 115ª. Se impuso en la última recta a Daryl Impey (Israel) y Juan Sebastián Molano (UAE), que también habían visto cómo sus compañeros se vaciaban por controlar la carrera. En el caso del sudafricano, con todo un tetracampeón del Tour como Chris Froome en labores de gregario en cabeza del grupo. También estuvo muy activo el Movistar, aunque en la llegada, Alejandro Valverde, bien colocado, no encontró su momento.
Todo tras una etapa que tuvo a un quinteto como gran protagonista, formado por Harold Tejada (Astana), Dimitri Strakhov (Gazprom), Matej Mohoric (Bahrain), Mattias Jensen (Trek) y Antoine Duchesne (Groupama). Pero la aventura nunca tuvo opciones, con una renta máxima por encima de los cuatro minutos… que decrecía en cuanto el pelotón aplicaba una marcha más.