En las últimas semanas un rumor ha puesto patas arriba todo el planeta NBA. La posibilidad de ver a Stephen Curry jugando en los Lakers junto a LeBron James (aunque sea dentro de dos temporadas) ha supuesto un seísmo en una liga en la que el base sigue regalando exhibiciones casi en cada partido con las que da la razón tanto al alero de Akron en su intento por ficharle como a los Warriors y su oferta galáctica para renovarle. Steph vale cada dolar de cualquiera de esos contratos.
Es cierto que la temporada de los Warriors es una montaña rusa y que el equipo ya no es el que fuera gran dominador de la liga hasta hace dos tempordas. Pero, ¿se imaginan dónde estaría Golden State si no fuera por Curry? El base mantiene a la franquicia en la pelea por los playoffs y el play in. Pero sin él Kerr y sus muchachos estarían de nuevo luchando por no ser el peor equipo de la liga. Currydependencia total. Y para demostrarlo están los datos: sin el base en cancha los Warriors firman el peor ataque de cualquier equipo NBA en las últimas cinco temporadas.
El base está haciendo números para que al menos su nombre aparezca en la carrera por el MVP. Aunque de momento ese parece terreno vedado para él a pesar de exhibiciones como la que volvió a regalar para tumbar a los Bucks: 41 puntos con cinco triples (lleva 200 esta temporada) y cuatro asistencias. Números que repite en una temporada en la que está promediando casi los mismos puntos (29,4 por 30,1) que cuando se convirtió en el primer MVP unánime de la NBA. ¿Quién no querría fichar a un jugón así?