Mucho se está hablando acerca del futuro de Kilian Mbappé este verano, más cuando se filtró hace unos meses que el francés tiene la opción de ejercer la cláusula que le permitiera irse libre en el verano del 2024, y no ejecutando ese tercer año de contrato que firmó en junio del año pasado.
Una opción podría ser llegar a un acuerdo con el PSG, algo que parece difícil cuando han fijado una supuesta cantidad de salida en 400 millones. Otra sería hacerlo de manera injustificada, a la torera podríamos decir, y donde el futbolista rompiera de manera unilateral el contrato que tiene con el equipo parisino y firmado hace apenas un año.
En este caso, el delantero se expone a una dura sanción por parte de la FIFA además de tener que indemnizar al propio PSG. Una indemnización por el año que le resta de contrato, tal y como está recogido en el artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencia de Jugadores relativo a la ruptura de un contrato sin causa justificada. En el mismo dice: “la parte que rescinde el contrato se obliga a pagar una indemnización por incumplimiento que se calculará considerando la legislación nacional, las características del deporte y otros criterios objetivos. Estos criterios deberán incluir, en particular, la remuneración y otros beneficios que se adeuden al jugador conforme al contrato vigente o al nuevo contrato, el tiempo contractual restante, hasta un máximo de cinco años, las cuotas y los gastos desembolsados por el club anterior (amortizados a lo largo del periodo de vigencia del contrato), así como la cuestión de si la rescisión del contrato se produce en un periodo protegido.”