Jessica Pegula confirmó este lunes en el Open de Australia que es la gran sensación del cuadro femenino. La estadounidense de 26 años y 61ª del mundo era la única de las 16 tenistas de los octavos de final del torneo que los había alcanzado por primera vez en un Grand Slam. Y ahora está ya en cuartos tras vencer a la quinta favorita, Elina Svitolina, por 6-4, 3-6 y 6-3 en 1h:55.
“Hola Mamá, hola Papá; nos vemos en la siguiente ronda”, escribió en la cámara tras su victoria. la hija de Terrence y Kim Pegula, multimillonarios dueños de los Bills (NFL) y los Sabres (NHL) de Buffalo, que juega al tenis por el amor al arte desde los siete años. Ahora es entrenada por David Witt, que fue el técnico de Venus Williams durante una década. En 2019 ganó el título en Washington y recibió el trofeo junto a su perro. El año pasado jugó las finales de Auckland y Québec City.
El mes pasado, Svitolina le había ganado en dos sets, en el torneo de Abu Dabi, y Jessica se vengó en el momento ideal. Nunca había ganado a una top-10 del circuito y esta vez lo consiguió con determinación y un tenis valiente que superó a la ucraniana, una vez más decepcionante en un major. Pegula, que creció admirando a Martina Hingis, colocó 31 golpes ganadores y poco le importó sumar 40 errores no forzados con su juego arriesgado. Svitolina sólo había perdido tres veces el saque en sus tres anteriores perdidos y la americana se lo rompió cuatro veces. En cuartos, Jessica se enfrentará a su compatriota Jennifer Brady, que venció a la croata Donna Vekic por 6-1 y 7-5 en 1h:34. Es la primera vez que Brady, que sacó muy bien (9 aces) y cometió pocos fallos (19) llega por primera vez a cuartos en el torneo. Vekic jugó el segundo set con una lesión en la rodilla derecha por la que fue atendida. Lo hizo con un aparatoso vendaje.