El legado de Stephen Curry siempre será el del hombre que cambió el juego. Nadie ha escenificado como él el cambio de paradigma que ha supuesto el abuso del triple y el tiro lejano como arma ofensiva. Esta última semana la estrella de los Warriors ha encadenado una racha para la historia, como pocas se recuerdan.

Todo empezó el 29 de marzo. Tras perderse cinco encuentros consecutivos por molestias físicas, Curry volvió a la cancha y se destapó con 32 puntos ante Chicago. No fue su mejor partido pero sí el primero de una racha triunfal que sigue vigente. Apenas un par de noches más tarde le metió 36 a Miami, sumando además 11 rebotes.

Descansó tras este esfuerzo titánico y reapareció el 4 de abril subiendo su apuesta: 37 puntos frente a Atlanta y un triunfo por la mínima ante Milwaukee dos días después, anotando esta vez 41 tantos. Había entrado en ese trance particular que tanto enamora a los aficionados. Levantó el pie del acelerador ante Washington, cayendo en casa y metiendo “solo” 32 puntos… Pero lo mejor estaba aún por llegar.

El 10 de abril recuperó las mejores sensaciones y nos dejó una semana histórica. Cinco encuentros en apenas siete días, con cuatro victorias para Golden State y la sensación de que hay pocos jugadores capaces de rendir a su nivel en la NBA. Los Rockets fueron los primeros en pagar los platos rotos: 38 puntos en una noche brillante, anotando 8 de sus 15 intentos de triple.

Dos días después, uno de los equipos más en forma de la liga visitaba la bahía de San Francisco. Los Nuggets llegaron con la pólvora cargada pero se encontraron a un Curry pletórico. El mejor tirador de la historia hizo honor a este título y anotó 10 triples para irse hasta los 53 puntos y lograr la victoria.

Dos noches más tarde los Warriors se embarcaron en una gira fuera de su feudo. Primero tocó Oklahoma, que se llevó una paliza de Golden State con 42 puntos de Curry que, nuevamente, superó la barrera de los 10 triples. Anotó 11 de sus 16 intentos; simplemente salvaje.

La siguiente víctima fue Cleveland. Los Cavaliers habían recuperado sensaciones en las últimas semanas pero se encontraron ante el jugador más en forma de la liga. Curry estuvo más discreto, por llamarlo de alguna forma. Anotó 33 puntos y lideró otro triunfo más de los Warriors.