Pasan los días y el futuro de Cristiano Ronaldo parece cada vez más lejos de la Juventus. El delantero portugués no está viviendo una temporada fácil, la que quizás puede ser la última en su aventura con la Vechia Signora… y con una posible vuelta al Real Madrid en el horizonte. Ya se ha explicado sus anteriores enfados con la Juventus y el ofrecimiento de Mendes, pero de momento el equipo blanco no contempla esta opción.
Este fin de semana, la Juventus venció por 3-1 al Genoa en la tarde del domingo en la jornada 30 de la Serie A. Un partido en el que no marcó Cristiano Ronaldo, pero en el que el portugués fue protagonista por sus gestos al final del encuentro cuando el colegiado pitó.
El 7 no había conseguido anotar y se fue bastante cabreado del terreno de juego, cabizbajo, quitándose la camiseta y lanzándola al suelo (se la llevó después un recogepelotas quien, al parecer, se la habría pedido). Sin embargo, la cosa no quedó ahí.
La Gazzetta dello Sport cuenta más detalles sobre lo sucedido con el delantero en los vestuarios. Ronaldo llevó su rabia allí también, dando puñetazos a la pared y, tras pasar por la ducha, marcharse a casa sin hablar con absolutamente nadie. Según indica el medio italiano, esto es solo una muestra más del enfado del crack, que se replantea seriamente su futuro en el equipo. En el país transalpino tienen cada vez más dudas de su presencia la próxima temporada en la Serie A.
Ayer, durante el desarrollo del encuentro, se pudo ver a un Cristiano Ronaldo nervioso, impaciente, recriminando varias acciones a sus compañeros y desesperado por no marcar.
Preguntado por el enfado del portugués al final del partido, el técnico de la Juventus, Andrea Pirlo, quiso quitarle hierro al asunto. “¿La camiseta al suelo? Cristiano estaba enfadado por no haber marcado goles. Vio que hubo ocasiones y es normal que un jugador de su nivel siempre quiera mejorar sus registros. Y si quieres mejorar, es normal que te enfades”, explicó.
El 7 no había conseguido anotar y se fue bastante cabreado del terreno de juego, cabizbajo, quitándose la camiseta y lanzándola al suelo (se la llevó después un recogepelotas quien, al parecer, se la habría pedido). Sin embargo, la cosa no quedó ahí.
La Gazzetta dello Sport cuenta más detalles sobre lo sucedido con el delantero en los vestuarios. Ronaldo llevó su rabia allí también, dando puñetazos a la pared y, tras pasar por la ducha, marcharse a casa sin hablar con absolutamente nadie. Según indica el medio italiano, esto es solo una muestra más del enfado del crack, que se replantea seriamente su futuro en el equipo. En el país transalpino tienen cada vez más dudas de su presencia la próxima temporada en la Serie A.