Erling Haaland tiene un sueño que conocen sus más íntimos: jugar un día en el Real Madrid. Pero para ver cumplido su objetivo tendrá que esperar al menos hasta 2022. Ya les informó AS que el Borussia Dortmund ha puesto al jugador noruego un precio disuasorio, 200 millones de euros, y más con la grave crisis económica generada por la pandemia. De hecho, esos 200 millones superan en 70 los 130 fijados por Transfermarkt. Es una manera elegante de decir “no te lo vendo”. Eso no quita que el Chelsea del multimillonario Abramovich haya aparecido en escena amagando con acercarse a esa desorbitante cifra: 180. En cualquier caso, la decisión del club alemán, ya manifestada reiteradamente por sus dirigentes, es la de no vender este año a su joya noruega, y que hasta 2022 no se planteará nada en torno a su futuro (le quedan tres años más de contrato, hasta 2024).
Pero AS ofrece un detalle más que corrobora y refuerza la decisión del club germano, dado que Haaland es el primero que está mentalizado de que este verano no le va a tocar hacer las maletas. Según pudo saber AS, Haaland ha cambiado de domicilio. Se ha ido de la casa que ha habitado estos dos últimos años y ha hecho la mudanza… pero para seguir en Dortmund. El gigante nórdico, que estuvo concentrado con Noruega estos días atrás en Marbella para jugar un amistoso con Luxemburgo (1-0, con gol de Haaland para romper una racha de cuatro partidos con marcar con su selección) y otro con Grecia (derrota por 1-2, esta vez sin marcar), se quedó sin Eurocopa al caer con la Serbia de Jovic el pasado mes de octubre. Ahora su cabeza está en la fase clasificatoria para el Mundial de Qatar 2022, que el goleador noruego considera clave para aumentar su escaparate internacional. Eso será en septiembre, por lo que ahora se ha ido de vacaciones para olvidarse de todo lo que se mueve a su alrededor.