Foto/Gustavo Garello)
(AP) Un tribunal sentenció el viernes al delantero colombiano de Boca Juniors, Sebastián Villa, a dos años y un mes de prisión en suspenso por lesiones leves y amenazas a su expareja en el 2020.
La medida dispuesta por la jueza Claudia Dávalos, del departamento judicial de Lomas de Zamora, al sur de Buenos Aires, implica que el delantero de 27 años continuará en libertad debido a que el Código Penal local establece que las penas menores de tres años no deben de cumplirse con tiempo efectivo en prisión.
Sin embargo, su club informó más tarde que excluirá al jugador de cualquier competición al menos temporalmente.
Villa, que fue titular la víspera en la derrota de su equipo 1-0 ante Arsenal en la liga argentina, estuvo presente en la sala de audiencias. Se retiró sin hacer declaraciones y se descuenta que su defensa apelará la resolución.
Si bien continuará en libertad, Villa enfrenta otra causa judicial por presunta violación de una joven en el 2021, por la cual el fiscal a cargo ya solicitó que el caso sea llevado a juicio. Si el jugador fuera también sentenciado en este caso —que prevé penas de entre 8 y 20 años de cárcel— cumplirá preso la suma de ambas condenas.
En el caso por el cual fue condenado Villa el viernes, su ex pareja Daniela Cortés —también de nacionalidad colombiana— lo acusó de haberla golpeado el 27 de abril de 2020 en la vivienda que ambos compartían en la localidad de Canning, suburbio al suroeste de Buenos Aires. La joven difundió a través de redes sociales imágenes en las que aparece con golpes en el rostro que dijo haber recibido poco antes de manos del jugador.
El fiscal Sergio Anauati sostuvo en su alegato que Villa le dijo a su entonces pareja que “le iba a arruinar su vida y le dio un golpe de puño en la frente, con un anillo que portaba, para luego tomarla del brazo y tirarla al suelo, para luego darle patadas”.
Cortés declaró en el juicio vía remota desde Colombia. Sin embargo, no estuvo presente el viernes en la lectura de la sentencia.
Durante el juicio, Villa negó haber ejercido “violencia de ningún tipo” sobre su expareja.