26 minutos es tiempo de sobra para que Joel Embiid te deje tiritando. El gigante de los 76ers pasó anoche como un ciclón por Dallas para firmar 36 puntos que fueron clave para que los suyos venciesen cómodamente por 95-113.
El center está viviendo su mejor temporada desde que llegase a la NBA, y ni una lesión que le ha tenido tres semanas apartado de las canchas ha podido frenar su excelso nivel. Para alcanzar esos 36 acertó con 10 de sus 17 tiros de campo (2 de 3 en triples) y se quedó cerca del cien por cien desde la línea de personal con 14 de 15. Además, añadió 7 rebotes a su actuación.
Fue una noche de total dominio la del camerunés. Los de Texas pusieron sobre él a Maxi Kleber. En dos minutos se fue con dos faltas. Luego llegó el turno de Boban Marjanovich y Willie Cauley-Stein. Al acabar el primer tiempo entre los dos sumaban ocho faltas y Embiid iba ya por 23 puntos… Y no bajó el ritmo en la segunda mitad. Al comentar el tercer cuarto Philadelphia ganaba de 10. A los pocos minutos, tras nueve puntos consecutivos de Embiid (acompañados por un triple de Seth Curry) el marcado reflejaba un elocuente 55-72.
“Creo que mantuvo el modo ataque activado durante toda la noche. Nunca se conformó. Es algo diferentes respecto a los últimos partidos, en los cuales fue menos agresivo. Esta noche la energía que puso sobre la pista fue fenomenal. Hizo siempre las jugadas idóneas”, comenta Doc Rivers, head coach de los Sixers.
Embiid sobresalió, sobre todo en una noche en el que el acompañamiento principal llegó desde el banquillo con la firma de Furkan Korkmaz, quien se fue hasta los 20 puntos. De los titulares, solo Tobias Harris alcanzó los dobles dígitos con 10 puntos.