(AP) — América redondeó una semana perfecta el sábado al propinarle un paliza histórica de 7-0 al Cruz Azul por la décima fecha del torneo Apertura mexicano.
Las Águilas atropellaron a su rival de patio con siete autores de goles distintos: el paraguayo Richard Sánchez a los 14 minutos, el uruguayo Jonathan Rodríguez a los 22, el chileno Diego Valdés a los 45, Henry Martín a los 52, el español Álvaro Fidalgo a los 73, el charrúa Federico Viñas a los 85 y Salvador Reyes a los 90. Cruz Azul jugó todo el segundo tiempo con 10 hombres por la expulsión de Rafael Baca.
El fin de semana pasado, América derrotó 3-0 a Pumas, otro equipo capitalino. A media semana le endilgó a Pachuca un idéntico 3-0 y ahora humilló a Cruz Azul, que nunca en su historia había perdido por una goleada como la del sábado.
“Estoy feliz y le dije a mis jugadores que nos permitamos disfrutar orgullosos porque es algo histórico la goleada que conseguimos en este clásico”, dijo el entrenador argentino Fernando Ortiz al final del encuentro.
Para América, el resultado supuso igualar su triunfo con mayor diferencia de goles de todos los tiempos. Previamente apaleó 8-1 al extinto equipo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas en 1994.
“No fue un accidente, fue consecuencia del trabajo que los jugadores hacen”, agregó el estratega. “Estoy muy orgulloso de ser el entrenador de estos muchachos. Es un clásico con un marcador histórico”.
Los americanistas ahora tienen 16 puntos y son cuartos de la clasificación cuando restan tres partidos en la fecha.
La “Bomba” Martín, quien es seleccionado mexicano, alcanzó los seis tantos para colocarse como líder anotador del Apertura.
América todavía tiene un partido pendiente que pospuso para disputar encuentros amistosos en Estados Unidos ante Chelsea, Manchester City, Real Madrid y LAFC.
Cruz Azul sufrió su cuarta derrota consecutiva y se mantiene con apenas ocho puntos, en la penúltima posición entre 18 equipos.
Para los celestes fue la peor derrota en su historia, superando un 6-1 que sufrieron ante el Fénix de Uruguay por la Copa Libertadores de 2003.
La Máquina, dirigida por el uruguayo Diego Aguirre, vio rota una racha de siete encuentros sin derrotas ante las Águilas en todas las competencias.